19/6/14

ALZAN EL VUELO: DISCURSO DE GRADUACIÓN PARA LOS DE 4º ESO


"Entre los rincones de las subordinadas sustantivas, segundas guerras mundiales, trigonometrías... se cuelan, con habilidad y prontitud, vuestras historias: dramas y comedias que sois capaces de montar en tan solo dos minutos.

Y todo ello conforma el oficio de aprender.

Habéis aprendido mucho con lo que os ha pasado por delante estos años, incluso... con lo que los profesores os han enseñando.

No dejéis que os amenacen con un pasado que no habéis aprovechado, o que os castiguen con un futuro incierto y miserable. Porque el presente cae cada día ante vuestros pies para daros oportunidades. Y la escuela debería ser presente. Es presente.


Seguid colando vuestras historias entre pinceles, corcheas, renglones y neutrones.
Y cread un mundo que valga la pena compartir.

Ha sido un placer conoceros."

4/6/14

DE QUÉ TENEMOS MIEDO LOS PROFESORES



   Los que me habéis conocido sabréis que no infundo miedo. O, al menos, eso espero haber logrado. No tengo miedo a no dar miedo. Aunque esto, todos lo sabemos, tiene sus contrapartidas. Especialmente cuando se trata de manejar una clase de 35 adolescentes acostumbrados a temer. Temer errorres, temer castigos, temer no ser reconocidos...

   De hecho, a veces me pongo un poquito chula. Hoy ha sido uno de esos días. Joel no quiere callar, así que...un parte de incidencias más, y fuera de clase. 

   En ocasiones, había probado infundirle ánimo, responsabilidad, bla bla bla. Pero los profes que no hemos hecho "constelaciones familiares" no sabemos nada, no sabemos que el padre de Joel le pega, y que él ya no tiene miedo a nada, y que nada de lo que le enseñan tiene sentido, puesto que, para él, los conceptos están invertidos. Su padre los ha invertido y el colegio también. Un nihilista de 13 añitos.

   Y, después de aseverarme a mí misma, por décimonovena vez, que este chico va a continuar "calentando la silla" todo el resto de su vida escolar,  cocinando frustación y apatía, me pregunto: ¿Tan difícil es probar -desde nuestras posibilidades, que no somos educadores ni sicólogos cuánticos- nuevas formas de aprendizaje radicalmente diferentes, extremadamente libres? Al fin y al cabo, lo tenemos todo tan perdido como él.

   Estoy hablando de dejar que esas construcciones, que a Joel tanto le relaja hacer en casa, sean proyectos reales de clase, y propiciemos desde el colegio que proyecte, diseñe, exponga cómo construye un posible banco del parque de su municipio. Y ya tenemos a un alumno implicado en hacer las cosas bien y, por lo tanto, en aprender disciplinas que nunca hubo deseado aprender, como matemáticas para diseñar o lengua para exponer. Y, de paso, la escuela, por fin, ya tiene conexión directa con la comunidad.

   Hay alguien que no sólo se ha planteado esto mismo sino que le ha dado forma. Yaakov Hecht ha creado unas escuelas en Israel donde cualquier niño decide a qué va a dedicar su curso.

   
   Ahora veréis como sucede en la Escuela Democrática de Israel